Un grupo de científicos estadounidenses y finlandeses, han descubierto una proteína cuyos efectos parecen ser más efectivos que la morfina a la hora de controlar el dolor. El estudio, publicado en el último número de la revista ‘Neuron’, dice que esta proteína actúa sobre las células nerviosas, haciendo que las señales que provocan el dolor se conviertan en indicaciones contrarias, es decir, supriman las sensaciones de molestia.

Durante algunos años, distintos investigadores habían analizado la función de una proteína, la fosfatasa ácida resistente al fluoruro (FRAP en sus siglas en inglés), en la transmisión de las señales de dolor a lo largo del cuerpo. Sin embargo, no se había logrado establecer con certeza su papel y los genes con los que estaba relacionada hasta que, recientemente, varias investigaciones sugirieron que tal vez esta proteína era realmente idéntica a otra, la fosfatasa ácida prostática (PAP en sus siglas en inglés), un marcador que se emplea de forma rutinaria para el diagnóstico del cáncer de próstata.

Conociendo el tema, los estudiosos decidieron comprobar que tan parecidas eran estas dos proteínas. Llevaron a cabo un experimento en ratones y tras modificar el genoma de los animales para eliminar la parte del ADN que codifica la proteína PAP, ellos hallaron que tampoco quedaba rastro de la función de la FRAP, lo cual reveló que ambas eran idénticas. Comprobaron también que los ratones manipulados genéticamente eran más sensibles que sus congéneres al dolor inflamatorio y neuropático, dos formas comunes de dolor crónico en humanos.

Continuando con su investigación, los científicos quisieron comprobar las consecuencias que provocaba inyectar la proteína de la que carecían los animales en su médula espinal. Los resultaron fueron sorprendentes, ya que su administración tenía un potente efecto sobre el dolor. Según sus datos, los efectos de la proteína inyectada eran similares a los de la morfina y su acción se prologaba por tres días.

Según la hipótesis que manejan los investigadores, este efecto contra el dolor se debe a que esta proteína genera adenosina, un conocido analgésico natural en los mamíferos. A este entender, los investigadores sugieren que son necesarios más estudios que confirmen su teoría, el siguiente paso de sus análisis tratará de descubrir otras proteínas que tengan un efecto similar sobre las neuronas.

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