Según fuentes del Centro de Investigaciones sobre Fitoterapia (Infito), el consumo de arándanos reduce a la mitad las infecciones urinarias. Las propiedades antiadherentes de este fruto evitan que las bacterias se fijen en la mucosa de las vías urinarias y provoquen la infección.
Además, un estudio realizado por el departamento de Pediatría de la Universidad Católica de Roma, asegura que el consumo de arándano puede prevenir de forma significativa la aparición de síntomas de enfermedades urinarias en los niños.
De otro lado, una investigación de la Universidad Ulleval de Oslo concluye que este fruto sirve tanto para prevenir como para tratar, conjuntamente con antibióticos, las infeccionas sintomáticas del tracto urinario en las mujeres.
Los síntomas de estas infecciones son presión en la parte inferior de la pelvis, dolor o escozor miccional, necesidad frecuente de orinar, orinas turbias y de color intenso y en ocasiones sangre en la orina.
La aparición de la bacteria e-coli, que origina la enfermedad, se debe a factores genéticos, anatómicos, hábitos de higiene y cambios climáticos relacionados sobre todo con el frío y la humedad. Y aunque los antibióticos son el tratamiento común, las bacterias han aumentado su resistencia a estos medicamentos por lo que el arándano constituye un magnífico complemento al antibiótico al impedir que la bacteria se adhiera a las paredes de las vías urinarias.
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