El estudio ‘Lipid Treatment Assesment’, realizado entre 1996 y 1997 en Estados Unidos, puso de manifiesto que sólo el 38% de los pacientes con problemas de colesterol conseguía alcanzar los objetivos marcados en las guías médicas. En el caso de los pacientes de alto riesgo, con otros problemas cardiovasculares y trastornos asociados como obesidad o diabetes, este porcentaje se reducía al 18%.
Ahora, transcurridos 10 años, un equipo de investigadores dirigido por David D. Waters, de la Universidad de California (EEUU), decidió volver a analizar la situación y reclutó a casi 10.000 pacientes de nueve países de todo el mundo entre 2006 y 2007. El 75% de la muestra se trataba con algún tipo de estatinas, los fármacos más comunes para reducir el colesterol.
Los resultados de este trabajo arrojan que, en la última década, se ha producido un cambio significativo en el control del colesterol. Según su evaluación, una media del 73% de los pacientes tratados consigue bajar sus cifras de colesterol hasta niveles adecuados y, si se trata de enfermos de alto riesgo, la tasa es del 67%.
“Aunque aún queda espacio para la mejora, estos resultados indican que la terapia para bajar los niveles de lípidos se aplica de una forma mucho más exitosa que hace una década”, explican los autores en su trabajo, publicado en la revista ‘Circulation’.
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