España, iniciará los ensayos clínicos de la vacuna contra la cocaína a lo largo del primer semestre de 2009. En el estudio, se prevé la participación de 164 personas y más de 10 hospitales, según ha anunciado Carmen Moya, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Durante la presentación de un informe sobre cocaína, elaborado por la Comisión Clínica de su departamento, Moya ha asegurado que la Agencia Europea del Medicamento (EMEA, en sus siglas en inglés) ya ha admitido el registro para la investigación del tratamiento inmunológico para la adicción a la cocaína, en el que España será uno de los países que se ha ofrecido para participar.
El estudio tendrá un año de duración y si la vacuna da sus frutos se resolverían muchos de los fracasos anteriormente experimentados con otros tratamientos farmacológicos. Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, está aumentando la demanda para la deshabituación del consumo y, en el último año, se han registrado más de 22.000 solicitudes de tratamiento en toda España.
Durante la presentación del informe, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha recalcado los riesgos que conlleva el consumo de cocaína. Así, los usuarios de esta droga presentan, durante la primera hora de su ingesta un riesgo 24 veces mayor de sufrir un infarto de miocardio.
Al respecto, el peligro no se centra sólo en el sistema circulatorio, pues según los datos del informe, el consumo de cocaína puede provocar crisis epilépticas, que se presentan entre el 2% y el 8% de los consumidores que acuden a urgencias, infartos y hemorragias cerebrales, miocardiopatía dilatada, arritmias e isquemia miocárdica.
Además, la cefalea es la complicación más frecuente entre los consumidores de cocaína. Se da entre un 60% y un 70% de los cocainómanos y representa el 12% del motivo de las consultas relacionadas con la cocaína. La cefalea se relaciona con el perfil temporal de la acción vascular de la droga, ya que se presenta inmediatamente tras la administración o aparece en fase de abstinencia.
El informe también aborda las complicaciones psiquiátricas frecuentes entre los consumidores de cocaína, entre las que destacan la esquizofrenia paranoide. La paranoia inducida por cocaína puede llegar a afectar a la mitad de los consumidores que han desarrollado dependencia a esta droga, al cabo de los tres años de consumo regular.
Por otro lado, su consumo, generalmente asociado a otras sustancias, como el alcohol, hace que aumente la agresividad y los comportamientos violentos ya que, durante la intoxicación alcohólica, el consumo de cocaína produce “una falsa sensación de sobriedad” que puede dar lugar a conductas de riesgo, según indica el experto.
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