Los dermatólogos advierten que las alteraciones en al piel podrían indicar un cáncer oculto en cualquier zona del cuerpo y recocerlas a tiempo supone un diagnóstico precoz que mejora las posibilidades del tratamiento. Dichas alteraciones pueden ser de tres tipos: las indicadoras de un tumor propiamente cutáneo, las relacionadas con metástasis cutánea y las asociadas con las dermatosis paraneoplásicas.
Los estudios indican que todos los tumores pueden producir metástasis cutáneas, lo que significa que el tumor ha salido de su órgano primario y el pronóstico es peor. En estos casos, pueden aparecer desde nódulos ulcerados y placas inflamadas hasta signos de alopecia.
“Algunos tumores pueden asociarse también a enfermedades paraneoplásicas, como acantosis nigricans (se caracteriza por la hiperqueratosis y la hiperpigmentación en la piel), acroqueratosis o Síndrome de Bazex (presencia de eritemas, descamaciones, lesiones del tipo de la psoriasis e hiperqueratósicas) o dermatomiositis en mayores de 50 años (enrojecimiento, dolor e hinchazón)”, explica la jefe del servicio de Dermatología del Hospital Infanta Sofía, San Sebastián de los Reyes (Madrid), Rosa Díaz.
Estas manifestaciones cutáneas podrían constituir los síntomas de un cáncer oculto en cualquier parte del cuerpo. “Los más frecuentemente relacionados con las anteriores lesiones de la piel son los tumores de origen otorrinolaringólogo, pulmonar, mamario o ginecológico”, afirma la dermatóloga. “Son circunstancias poco frecuentes, pero cuando se presentan, su relevancia es tremendamente significativa”, aclara.
Existen dos tipos de dermatosis paraneoplásica, citan los especialistas: las que tienen tendencia hereditaria y las que no la tienen. “Por ejemplo, la presencia de pecas en los labios podría estar relacionada con un tumor gastrointestinal o el desarrollo de una especie de pequeños quistes en la cara (adenoma sebáceo) podría asociarse a un cáncer de colon”, explica Carlos Guillén, jefe de servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Por su parte, las dermatosis sin tendencia hereditaria son signos cutáneos asociados a un tumor concreto. Aunque se desconoce la causa por la que este cuadro cutáneo aparece, “se sospecha que algunos tumores producen alguna sustancia que es la responsable, de forma indirecta y a través de mecanismos de tipo inmunológico, de las lesiones cutáneas”, comenta la doctora Díaz.
Así sucede, por ejemplo, con el cáncer de páncreas. “La piel puede presentar eritemas necrolíticos migratorios (erupciones en el abdomen, en las extremidades, erupciones cutáneas muy redondas y con tendencia a crecer)”, comenta el doctor Guillén.
“Una vez confirmadas las lesiones propias de la dermatitis paraneoplásica, los dermatólogos indican la biopsia de estas lesiones para que, después de realizar distintas pruebas, se focalice el tumor”, señala Rosa Díaz.
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