Para todos los amantes de la música que ya no conciben la idea de no llevar su MP3 o el iPod como los mejores compañeros del día, este es un llamado de atención. La Unión Europea se ha mostrado preocupada por la potencia acústica de estos reproductores de música. Según un comité científico asesor de la UE, hasta 10 millones de europeos corren el riesgo de perder la audición de manera irreversible por escuchar música demasiado alta.
El denominado ‘Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados’ alerta de que los usuarios que escuchan estos aparatos durante cinco horas a la semana a un volumen alto (superior de 89 decibelios) exceden los límites de ruido autorizados en los lugares de trabajo. Una exposición durante periodos más prolongados puede causar pérdida auditiva permanente al cabo de cinco años.
Además, subrayan que los niños y los jóvenes no se dan cuenta del daño hasta mucho tiempo después de que éste se haya producido, ya que la pérdida de oído se manifiesta a largo plazo. “El daño no resulta visible inmediatamente ni a corto plazo”, ha explicado Helen Kearns, portavoz de Protección de los Consumidores de la Comisión:.
Por su parte, Meglena Kuneva, de la comisaría de Protección de los Consumidores ha declarado: “Me preocupa especialmente que muchos jóvenes, que utilizan con frecuencia reproductores de música personales y teléfonos móviles a niveles acústicos elevados, puedan estar provocándose, sin saberlo, daños irreparables en su capacidad auditiva”.
“Las conclusiones científicas indican un riesgo evidente y debemos reaccionar rápidamente, sobre todo concienciando a los consumidores e informando al público en general. Además, debemos revisar los controles existentes a la luz de este dictamen científico, a fin de garantizar que sean plenamente eficaces y adaptados a las nuevas tecnologías”, añadió.
El Ejecutivo comunitario recomienda escuchar estos aparatos a un volumen más bajo y no utilizarlos durante periodos de tiempo prolongados.
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