Dos nuevas moléculas, denominadas como MDV3100 y RD162 y desarrolladas por científicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y la Universidad de Los Angeles en California, (EEUU), podría revertir el proceso por el cual muchos varones desarrollaron resistencia a los fármacos antiandrogénicos en contra del cáncer de próstata.

Una de las funciones de la testosterona (hormona masculina y el tipo de andrógeno más frecuente), es regular el crecimiento de las células de la próstata. Sin embargo, este mecanismo está alterado en los pacientes con cáncer, lo que permite que esta hormona actúe como contribuyente en el crecimiento tumoral. Por esta razón, la mayoría de los pacientes con tumores de próstata son tratados con fármacos antiandrogénicos que impiden que la testosterona se una a sus receptores en las células tumorales. ¿Pero que de aquellos que desarrollan resistencia a este tipo de tratamiento? Este nuevo estudio pone en evidencia lo siguiente.

La clave de las dos nuevas sustancias, desarrolladas por estos científicos, está en que son capaces de mantener su actividad antitumoral incluso aunque las células eleven el nivel de sus receptores de hormonas. Esta capacidad las convierte, según los propios investigadores, “en candidatas prometedoras para el tratamiento del cáncer de próstata avanzado” y en una posible solución a las resistencias a los actuales medicamentos.

Aunque las principales evidencias que apoyan su uso se han desarrollado en ratones, también se ha llevado a cabo un pequeño estudio piloto (en fase II) con 30 pacientes, que demuestra que ambos compuestos funcionan también en humanos.

Este equipo, dirigido por Charles Swayers, comparó estas sustancias con un antiandrogénico estándar (la bicalutamida): primero en ratones con tumores de próstata resistentes a los andrógenos; y finalmente con 30 varones que recibieron ambas sustancias por vía oral en una primera prueba para comprobar su eficacia.

En nueve de los 12 animales tratados se observó un 50% de reducción del tumor, mientras que en los otros tres restantes la masa tumoral dejó de ser palpable. Lo contrario sucedió con 11 de los otros 12 animales que recibieron la bicalutamida en los cuales se observó un aumento del tamaño de la masa en la próstata tras 28 días de tratamiento. También se observaron ventajas con las nuevas moléculas en el tiempo que tardó en reaparecer el cáncer, 186 días frente a sólo 35 con el antiandrogénico tradicional.

De otro lado, en el caso de los pacientes, y teniendo en cuenta que se trata de resultados aún preliminares, MDV3100 logró que 22 de los 30 tumores, que ya no tuvieron éxito con la quimioterapia, presentarán un descenso sostenido del PSA a lo largo de 12 semanas. En 13 casos el descenso de este indicador de cáncer de próstata fue superior al 50%. La molécula fue bien tolerada por los pacientes, 11 de los cuales llegaron a tomarlo durante más de 25 semanas.

Sin embargo, el tratamiento se mantuvo hasta que los participantes sufrieron una recaída y fue interrumpido; aunque un grupo más amplio de 110 pacientes, que serán tratados con dosis más elevadas de la molécula en un nuevo ensayo, deberán ratificar esta primera observación.

Bueno cualquier avance es un gran aliciente para los pacientes con esta enfermedad. Estaremos al tanto de los avances.

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