El último trabajo que publica la revista ‘Cell’ demuestra que es posible transformar las células de la piel de pacientes con Parkinson en neuronas productoras de dopamina, es decir, las mismas que en esos pacientes están dañadas, y sin rastro de virus gracias a la técnica empleada.

En la enfermedad de Parkinson las neuronas responsables de la fabricación de dopamina van desapareciendo. Esta sustancia es la que ayuda a transmitir las señales nerviosas dentro del cerebro. Sin ella, ese sistema de señalización se queda fuera de control y el paciente deja de dirigir sus movimientos.

El estudio que publica ‘Cell’ muestra que es posible ‘fabricar’ esas neuronas dopaminérgicas. No obstante, no se trata de una solución al Parkinson. El producto obtenido no es un tratamiento, pero sí un paso más para que los científicos puedan tener a mano en sus laboratorios células de los propios pacientes para simular lo que pasa en el interior del cuerpo humano y poder así desentrañar la enfermedad. Además, podrían probar numerosos fármacos en experimentación para observar directamente cómo actúan en esas células.

Frank Soldner, investigador del Whitehead Institute de Cambridge (EEUU) y uno de los coautores del estudio, junto a otros investigadores del Massachusetts Institute Technology (EEUU), tomaron células de la piel de cinco pacientes con Parkinson (cuya edad oscilaba entre los 53 y los 83 años) y de dos personas sin esta enfermedad. Les añadieron mediante lentivirus los cuatro genes para su reprogramación y otro más, el productor de una enzima, la recombinasa Cre. Este último gen actúa como una carpeta cuya tapa delantera está justo antes del primer gen reprogramador; y la tapa trasera justo después del último.

Una vez que las células de la piel fueron reprogramadas en iPS (células similares a las embrionarias), los investigadores introdujeron la enzima recombinasa Cre, que es capaz de reconocer dicha ‘carpeta’ (y por supuesto su contenido) y eliminarla. El producto final es un conjunto de células iPS sin rastro de virus ni oncogenes [genes que propician el desarrollo de tumores] pero con capacidad pluripotente, es decir, que se pueden convertir en cualquier célula adulta, incluidas neuronas dopaminérgicas, como así lo demostraron en este estudio.

El trabajo constata que los genes reprogramadores no son necesarios en todo el proceso, sólo al comienzo, para ‘llevar’ a la célula adulta a un estadio inicial y por tanto pluripotente. Además, los investigadores han comprobado que estas iPS ‘libres de carga’ tienen una expresión genética similar a las células madre embrionarias humanas que las iPS ‘fabricadas’ mediante virus y genes reprogramadores.

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